Barcelona, 24 de octubre de 2025
El Institut Agrícola Català de Sant Isidre ha dirigido una misiva al Ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) Luis Planas, en la que exige tomar medidas urgentes para detener la expansión de la dermatosis nodular contagiosa, la cual ya ha supuesto el sacrificio de casi 3.000 reses en Catalunya.
Concretamente, Baldiri Ros, presidente del Institut Agrícola y vicepresidente de Foment del Treball, señala la urgencia de vacunar masivamente con carácter preventivo al máximo número posible de cabezas de ganado vacuno, priorizando aquellas que son vacuno de leche, por dos razones esenciales: primero, por el riesgo de que desaparezcan las genéticas vacunas que más y mejor producción tienen y, segundo, por el tiempo que se tarda en que las vacas queden embarazadas, tengan nuevos terneros y volver a recuperar la producción de leche.
La dermatosis nodular contagiosa (Lumpy Skin Disease, LSD) es una enfermedad vírica de declaración obligatoria que afecta al ganado bovino y que puede tener graves repercusiones económicas y comerciales. El Ministerio dispone de una amplia capacidad normativa y ejecutiva para actuar en caso de aparición o amenaza de esta enfermedad. En primer lugar, puede aprobar programas de vigilancia, prevención y control, financiados en parte con fondos estatales y comunitarios. Asimismo, está habilitado para ordenar la vacunación de emergencia, la restricción de movimientos de animales, la inmovilización de explotaciones afectadas y el refuerzo de la bioseguridad en zonas de riesgo.
A nivel comunitario, el MAPA actúa como autoridad competente ante la Comisión Europea y la EFSA, lo que le permite activar mecanismos de cooperación y financiación europeos, así como coordinar la aplicación del Reglamento (UE) 2016/429, conocido como Ley de Sanidad Animal, que establece el marco jurídico común para toda la Unión. Además, el Ministerio mantiene canales de colaboración con la Organización Mundial de Sanidad Animal (WOAH) para garantizar la notificación inmediata de casos y adoptar criterios homogéneos de erradicación.
Estas medidas deben complementarse con compensaciones económicas a los ganaderos por sacrificio sanitario o pérdida de producción. La ganadería es un tipo de inversión a largo plazo muy costosa en la que los titulares de las explotaciones asumen un riesgo muy elevado que, ante una situación de estas características, no tienen alternativa y supone su ruina económica. Estas compensaciones deberán calcularse en el caso del vacuno de leche en función del tiempo para recuperar la capacidad productiva. Al mismo tiempo, habilitar líneas de circulante y activar mecanismos de amortiguación laboral como los ERTE.
Finalmente, el Institut Agrícola señala que es necesario apoyar la labor que está llevando a cabo el Departament de Agricultura de la Generalitat de Catalunya, por ejemplo, permitiendo que los veterinarios privados puedan colaborar en la vacunación. De esta forma, se podrá llegar más rápidamente a la inmunidad de grupo más allá del primer radio de contagio del cual informó el Departament que ha vacunado al 80% de los animales que representan el 51% de las explotaciones ganaderas de este primer anillo.
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