Por Toni Bolaño, Periodista
Opinión – METRÓPOLI ABIERTA
21/11/2022
El Baix Llobregat está en pie de guerra por la propuesta de la Generalitat de ampliar la ZEPA, la zona protegida. La consellera, Teresa Jordà, presentó su propuesta de la mano del alcalde de El Prat, Lluís Mijoler. Se las prometía muy felices pero se ha quedado sola. Primero fue el Institut Agrícola Català de Sant Isidre el que puso pie en pared y denunció la ruina de la industria agroalimentaria de la comarca o, lo que es lo mismo, el fin de la agricultura de proximidad para Barcelona. La prueba del algodón, la retirada de inversiones por parte de empresas agrícolas. Se sumaron las cooperativas de Gavà y Viladecans, hartas de problemas con el ACA que no realiza las inversiones necesarias para evitar inundaciones y que veían como la ampliación de la zona protegida les acababa de hundir, porque no se engañen, la ampliación de la zona protegida no la ha solicitado nadie. Ni siquiera Europa, que exige que se cumplan los compromisos adquiridos y que la actual ZEPA se cuide según mandan los cánones establecidos.