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Un dictamen elaborado por el ornitólogo Jordi Sargatal sostiene que la extensión de la ZEPA sobre terrenos agrícolas no garantiza la conservación de las aves acuáticas

 

Publicado en:

ALEIX MERCADER

23.02.2023

Un informe encargado por el Instituto Agrícola de San Isidro desmonta la propuesta de ampliación de la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) del delta del Llobregat impulsada por el Govern. En concreto, el Ejecutivo catalán quiere pasar de las 935 hectáreas protegidas actualmente a un total de 2.372. Pero el dictamen sostiene que, según las peculiaridades de la avifauna afectada, la extensión de la reserva en los cultivos aledaños no garantiza la preservación de los especímenes.

El estudio está firmado por el ornitólogo y naturalista Jordi Sargatal Vicens, una de las voces más autorizadas en la materia. Sargatal fue director del parque natural de las Marismas de L’Empordà entre 1984 y 1988 y ocupó la dirección de la Fundación Territorio y Paisaje entre 1998 y 2009. Entre 2000 y 2004 también presidió la Institución Catalana de Historia Natural. Actualmente, dirige el grupo Mascort y es coeditor de la obra Handbook of the Birds of the World, que consta de 16 volúmenes y se ha convertido en un manual de referencia.

 

La carta de la Comisión

El análisis parte de la carta de emplazamiento que la Comisión Europea envió en febrero de 2021 para llamar la atención sobre la degradación de los humedales que rodean la desembocadura del río Llobregat. Un ambiente pantanoso donde viven varias aves acuáticas, tanto nidificantes como migrantes o invernantes, cuya supervivencia quiere asegurar la Comisión.

Pero la patronal agroalimentaria y forestal siempre ha advertido de que el mandato de la institución comunitaria no implica una ampliación de la ZEPA, como defiende el Gobierno autonómico, sino la adopción de medidas restaurativas de un espacio de gran valor ecológico. Ahora, el posicionamiento del Instituto Agrícola queda reforzado por la argumentación de Sargatal.

 

Ampliación ineficaz

En el documento, al que ha accedido Crónica Global, el ornitólogo se muestra rotundo: “Para todas las especies de aves mencionadas con nombre y apellidos [la carta de emplazamiento menciona 21 tipos de anátidas], sobre todo las ligadas a las zonas húmedas, que son la mayoría, puedo asegurar que la manera de mejorar sus poblaciones no es doblar las hectáreas de zonas ZEPA”.

 

“Y menos si estas hectáreas, como es el caso, son zonas agrícolas”, precisa el naturalista, en referencia a las explotaciones del Parque Agrario del Baix Llobregat. “Si la ampliación se hiciera sobre otras zonas húmedas, quizás sí que doblando superficie se podrían doblar poblaciones de acuáticas. Pero en el caso que nos ocupa esto no sería una solución”, argumenta. Por otro lado, fuentes de la patronal han subrayado que el censo de especímenes en el que se basa la Comisión Europea ha quedado desfasado por la tardanza de la Generalitat en dar respuesta a la misiva.

 

Alternativa de Sargatal

Como alternativa a la propuesta del Govern, Sargatal propone “mejorar la gestión de las zonas húmedas ya protegidas e incluidas dentro de las ZEPA actuales, para optimizar al máximo las poblaciones de aves acuáticas nidificantes, invernantes y de paso”. Esto es: no invadir parcelas de cultivo con la suposición de que así se preservará la avifauna, puesto que no es su hábitat natural, sino mejorar la administración del espacio y, solo en circunstancias excepcionales, proceder a la extensión de la ZEPA en pequeñas áreas.

“Por mucho que se amplíen ahora las ZEPA, en un futuro la Comisión no pedirá cuántas hectáreas se han incluido en esta categoría, sino cuántas especies y en qué número están presentes. La solución por tanto no es ampliar, sino gestionar mejor y optimizar al máximo las zonas ya protegidas. Y, en todo caso, ampliar solo con aquellas que realmente ayuden en estos objetivos y siempre después de haber optimizado la gestión y asignado los recursos necesarios”, concede el experto.

 

Plan de gestión

Por último, Sargatal reivindica la “buena convivencia entre zonas húmedas protegidas y zonas agrícolas” para mejorar el futuro de ambas. Este tándem es el que también defiende la patronal, que ha llamado a explorar alternativas a la propuesta de ampliación para salvar la actividad económica del sector primario.

Incluso se podrían establecer convenios con los propietarios para compatibilizar la agricultura y el conservacionismo. Para ello, “es necesario, sobre todo y de manera urgente, un plan de gestión de las actuales zonas protegidas por parte del Consorcio del Delta del Llobregat, que pueda garantizar la reproducción, alimentación, invernada y descanso durante las migraciones de muchas especies de aves”. Precisamente, este plan de gestión es un aspecto en el que no ha querido entrar todavía el Govern.

 

Jordà no convence

“El delta del Llobregat debe ser un lugar productivo agrícolamente y vivo ecológicamente, y un modelo de cómo hacer compatibles estos dos objetivos, que también puedan seguir muchos otros lugares parecidos del continente europeo”, concluye el dictamen.

El informe de Sargatal llega después de que el Govern haya puesto la directa con su proyecto pese al rechazo del empresariado local, los sindicatos agrícolas Unió de Pagesos y JARC y la mayoría de los ayuntamientos afectados –con excepción de El Prat de Llobregat–. El no al planteamiento de Acción Climática, el área de gobierno que comanda Teresa Jordà, llegó incluso a los representantes de ERC en el consejo del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), como informó este medio. Pero la negativa del tejido asociativo e institucional, que ha afeado la falta de interlocución y fundamento científico de la propuesta de la consellera, no ha evitado que el Ejecutivo siga adelante con sus planes.